ARTURO URIZA
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Múltiples adjetivos se le han otorgado a Tortoise desde hace poco más de dos décadas, asociándolos principalmente con un género que si bien podría responderles como raíz histórica, a veces les queda un tanto corto: post rock.
Al mismo tiempo, pensar en una banda que está después del rock tampoco es algo que le quede mal a estos oriundos de Chicago, quienes desde su disco debut homónimo han dejado entrever influencias que pisan terrenos mucho más inestables que los de la etiqueta con la que se les asocia, situación que se ha dejado ver con la evolución de la banda y su sonido.
Es grato encontrar influencias de música mucho más furiosa conviviendo con situaciones casi académicas; encontrar instrumentos que parecen casi fuera de contexto en canciones que viven una tradición del jazz y del krautrock, sin ser pretenciosos o repetitivos.
Si bien para su primer álbum encontramos a una banda desarrollando un estilo, el Tortoise de 1994 es un gran ejemplo de frescura en el rock, el primer álbum de una banda que a pesar de ser parte de una movida tiene sus particularidades e identidad propia, que está ávida por crecer.
Fuertemente influenciado por la cadencia del krautrock, Millions Now Living Will Never Die, de 1996, traería algunas de las mejores críticas que se le han dado a la banda, coronándolos como un estandarte no sólo de la escena de Chicago, si no de todo Estados Unidos. El disco es una obra sólida, climática y equilibrada, que comienza con “Djed”, una pieza de veinte minutos digna de Neu!
En 1998, para su esperado tercer material, Tortoise decidió seguir explorando el camino y dar melodías condimentadas con aún más géneros y nuevos instrumentos, la búsqueda parece ser un poco más comercial desde el track inicial “TNT”, que da título al disco. Por supuesto, esto no sería para nada negativo, se mantendrían las fuertes bases de jazz y existirían con grooves mucho más cadenciosos y amables sin hacer de un lado la potencia y explosividad característica.
Parece extraño, pero Tortoise para 2001 y con cuatro álbumes de estudio seguía siendo una banda envidiable en cuanto a pulcritud y reseñas positivas, especialmente en un género tan complicado en el que las formulas se pueden gastar prontamente. A pesar de esto, el ser una banda instrumental les permitió en Standars seguir desarrollando conceptualmente lo que habían trabajado en sus primeros tres discos y aún así salir victoriosos, entregando un cuarto material increíble.
Para el quinto, It’s All Around You (2004), pasaría lo contrario, y a pesar de ser un buen disco a secas, la crítica no lo recibió tan bien, especialmente porque se siente un reciclaje sonoro y algunos lugares comunes a los que la banda recurrió, probablemente de forma inconsciente, pero que dejó a muchos con deseos de algo más.
Cinco años tendría que pasar para que Tortoise regresara. Las dudas seguían prendidas y como varios críticos cuestionarían: ¿era necesario seguir escuchando lo que una banda de 1994 considerada futurista tendría que entregar quince años después? La vieja cuestión de apagarse o explotar.
Para sorpresa de algunos incrédulos, Tortoise regresaría con un disco bien potente, sí con el mismo hábito pero definitivamente revitalizados, apostándole a una producción muy contemporánea en donde vuelven a convivir la potencia del rock, la música electrónica, el jazz y su afición por el krautrock, el cual hasta la fecha no ha sido por completo revitalizado.
La autoreferencia y madurez en el sonido de Tortoise fuera de ser algo negativo en The Catastrophist funcionó como un recordatorio del por qué la banda seguía siendo tan importante. La representación de su lugar de origen y las colaboraciones fueron otro factor decisivo al hablar de este material lanzado en 2016. Muchos apuntaron que era el mejor disco desde Standars, otros tantos hablaban del estatus de leyendas que se les otorgaba y el respeto que esto debería representar, algunos más no se vieron tan convencidos por este material.
Aquí la cuestión era estar conscientes del universo que creó la banda y su expansión, un disco que hasta la fecha genera opiniones encontradas, pero del que podemos decir que cuando menos no deja a nadie tibio.
Es importante destacar que la banda también ha sido aplaudida durante años por sus profundas y poderosas presentaciones en vivo; incluso se ha dicho que el sonido en vivo nunca ha sido capturado en su totalidad en los materiales de estudio.
Tortoise se presentará en el festival Nrmal de la Ciudad de México, el domingo 12 de marzo de 2017.