SAMUEL VALDÉS LÓPEZ • Un dueto instrumental que fusiona lo mejor del math rock y el rock progresivo.
De las profundidades del abismo de los dúos musicales, esta es quizás una de las bestias más agresivas. La banda de Manchester se identifica en el género del “turbo prog”, que mezcla los cambios de tiempo tan vitales en el math rock con el tecnicismo del más puro rock progresivo.
Y todo eso sin decir casi una palabra. Porque Cleft es una banda instrumental. Con unas contadas excepciones, la banda deja que la guitarra y la batería hagan todos los diálogos, a veces tan directos como una canción de cuna, a veces tan enredados como un cantar de gesta.
Con los EPs Utter y Whale Bone nos picaron la curiosidad en 2012. Los que no los habíamos en visto pero escuchábamos a los medios Mancunians hablar maravillas de la banda ya contábamos las horas para un disco completo. Esto lo lograron en 2014 con su disco debut BOSH!, que fue grabado en vivo casi en su totalidad en el estudio de la banda. La producción y grabación fue por parte de ellos y se nota el amor a lo que hicieron, con cada canción capturada como becerro en lienzo charro.
En esta era en que Royal Blood ya está recibiendo el cariño que merecen del público y que Bad Grammar (de quienes ya platicamos aquí) va en ascenso, les recomiendo ampliamente a Cleft para completar una trifecta de bandas de dos integrantes que hacen el ruido de bandas más grandes.
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