CRISTHIAN SILIS • La artista arriesga y explora para ir más allá de su propio sonido, lo que coloca a este disco a la altura de cualquiera de talla internacional.
Pasaron cinco años para que la argentina avecinada en Estados Unidos sacara un nuevo material. La buena noticia es que la artista sigue evolucionando de gran manera.
Este disco refleja buena parte de la música actual y sin la necesidad de tropicalizar sonidos, quizá sólo con excepción de “Ferocísimo”, que tiene un toque de bossa nova.
La titular (“Wed 21”) está basada en fraseos y susurros que evocan una melodía sin letra. “Lo Decidí Yo” es una de las mejores piezas del disco y la voz de Juana es un tanto dulce y llena de efectos, aunque siempre surge el bajo de forma natural como un ancla entre cada pieza y como elemento que da soporte a cada canción y la convierte en algo hipnótico.
No es un álbum fácil de asimilar, pero ya que le tomas el gusto se puedo volver adictivo. Juana se arriesga y explora para ir más allá de su propio sonido, lo que coloca a este disco a la altura de cualquier artista de talla internacional.
Nunca me he considerado seguidor de Molina, pero este disco me atrapó y creo que será uno de los mejores del año. Sólo espero que si su extensa gira llega a México, la ejecución en vivo no sea una emulación de sus temas o reversiones con un sonido alejado de lo que se presenta en esta producción.
Escúchalo completo AQUÍ.
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