ALEX CASTRO
Toy Selectah nos habla de todas las actividades en las que se ha involucrado, además de que relata cómo conoció a Diplo y asegura que el reggaeton es un género tan importante como el drum and bass y el techno.
Te vemos por todos lados… Es evidente que trabajas más de ocho horas al día.
Creo que hay que estar abierto y listo para que una cosa te lleve a otra. No le tengo miedo a agarrar una maleta e irme tres semanas fuera de mi casa para conocer gente nueva, movimientos y tendencias. Creo que la escuela del hip-hop fue determinante, porque me dio las bases para decir: Hay que proponer algo y estar pendiente de la calle, del barrio, de los sonidos y de todos los puntos de creación; eso es lo que me motiva a estar siempre en la búsqueda, de arriba para abajo.
Cómo productor, ¿cuál ha sido el trabajo más complicado que has realizado?
Wow. Qué interesante… Más que como productor, fue difícil estar involucrado en la dirección artística, la coordinación y administración de determinados proyectos. Cuando fui director artístico de Machete Music, que fue el sello que catapultó y capitalizó el reggaeton a nivel mundial desde 2004, fue difícil de asumir que iba a jugar de titular, pero no de mete goles. Cuando estás acostumbrado a crear, puede ser complicado ponerte a administrar el entorno, los recursos y las situaciones para que otros hagan sus creaciones. Pero al final siempre hay resultados. Creo que muchas de las cosas que me pasan hoy o el entendimiento que tengo de la música tienen que ver con esas experiencias.
¿Cómo empezó tu relación con Diplo?
Lo conocí la primera vez que M.I.A. tocó en Central Park. Ese día yo iba con Mister Vegas, pero obviamente sabía quiénes eran Diplo y M.I.A. y me encantaban; me acuerdo incluso que le regalé el disco de M.I.A. a Daddy Yankee. Pues ese día había un DJ que estaba tocando cosas de Tego Calderón, algo de reggaeton mezclado con acapellas de rap americano y otras cosas que siempre me han gustado, por lo que pensé que se trataba de Diplo, así que al final del show me presenté con él, le conté del sello donde trabajaba y le dije que ojalá hiciéramos algo juntos, y él me dijo: “Claro, esto (el movimiento musical) está bien fuerte”, etcétera. Pero como yo estaba con Mister Vegas y Diplo quería grabar con él, lo invitó al departamento de M.I.A., ahí en Nueva York, por lo que volví a verlo esa noche, donde llevé mi disco duro y le pasé algo de música. A las dos semanas me escribió diciendo: “Wow, me dejaste el tesoro aquí, la pura crema”.
Así que la relación comenzó así, basada en el intercambio musical. Luego él hizo unos remixes para algunos artistas de la disquera y cuando vino a México la primera vez, le llevé mucha música mía, como la edición limitada del disco Mucho Barato. Estuvimos viendo videos y le conté de lo que yo venía haciendo con la cumbia colombiana, el hip-hop y el reggae, y así siguió el intercambio hasta que un día que le mostré un material me dijo: “Hay que sacar esto en Mad Decent; me gustaría que fueras el Mad Decent Mexican”. Así comenzó esa relación, y lo más bonito es que fue con respeto y con trabajo, que creo que son un muy buen fundamento.
Háblame de tu relación con el reggaeton.
Lo conocí con los que lo inventaron, porque cuando llegué a Puerto Rico a trabajar, los que me abrieron la puerta de su casa y de su estudio fueron los que llevaban diez años en eso y que hoy por hoy siguen siendo los buenos. Me mostraron el género “en pelotas” y me hicieron entender que si llegó a tal punto de masificación fue porque estaba fundamentado y porque era algo real que pasaba en una isla, como pasa en todas las islas del mundo donde por magia o por bendición de Dios, se genera música exquisita que luego sale y se empieza a conectar con distintos puntos. Aprendí mucho porque llegué hasta las entrañas; no me dejé influir por lo que vi en la televisión o por lo que hiciera algún cantante. Cuando me tocó tratar de darle un poco de orden al género y de hacer que se institucionalizara en México y Estados Unidos, entendí es que es un género igual de fundamentado e importante para la historia moderna, como el drum and bass, el techno de Detroit o cualquier otro género de música urbana contemporánea…
El reggaeton es una sola cosa en el mundo. Si te preguntas qué pasa, por qué Toy Selectah en Londres o en Australia, por qué el interés en los blogs, por qué lo de Diplo, pues es porque para mí la música de la siguiente década no es más que todos los reggaetones de todo el mundo. En todo el mundo hay reggaetones y no es que tengan las mismas características musicales, sino que el baile funk de Brasil, la cumbia villera de Argentina, el tribal huarachero de la ciudad de México, el Baltimore music y la música club de Filadelfia, el bangra de la India e Inglaterra y el dubstep, para mí, tienen las mismas bases: Tecnología, apropiación de cosas del pasado y ritmos tradicionales autóctonos, traídos a la computadora con la posibilidad de cortar, pegar y rehacer.
¿Actualmente cuál es tu formato de reproducción favorito?
Sigo siendo multiformato, sigo siendo un consumidor empedernido. Lo mismo blogueo que gasto 60 dólares en iTunes, que compro vinilos en el tianguis o CDs de mp3 recopilados por algún DJ… Ahora sí que multiformato y excesivo.
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[…] está bien que haya esa oferta, pero yo sinceramente no me llevo con eso del tribal, por mucho que Toy Selectah los haya apadrinado. Aún recuerdo con terror cuando me chuté su set con 3Ball MTY por esperar a […]