ALEX CASTRO
No está muy claro si se trata de un EP o de un disco completo, porque esta grabación está justo a medio camino entre ambos formatos. Pero lo que sí es muy evidente son las influencias e intenciones de estos ¿nietos? ¿tataranietos? de Muddy Waters: el blues conectado a amplificadores, el rock and roll furioso y el garage que corre como alma que lleva el diablo.
Así que después de casi tres años de espera, el trío de Ecatepec (Estado de México) finalmente se hace oír con las versiones definitivas de canciones como “Downtown blues” y “All my troubles” que no se escuchan muy alejadas de como sonaban en sus maquetas, porque siempre estuvo claro que su sonido era totalmente crudo y sin demasiados adornos. O como dicen por ahí: lo-fi.
No hay mucho que teorizar ni indagar al respecto. De hecho, si le preguntas a ellos no son muy parlanchines que digamos. Y es que no se dedican a dar conferencias, sino a tocar rock and roll. Así que dale play y súbele a los parlantes.
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