REDACCIÓN
El desafío alemán al imperialismo anglosajón.
En la década de los sesenta el krautrock estaba listo para ser desarrollado. El rock ya se había encaminado hacia terrenos psicodélicos y progresivos donde artistas minimalistas de Estados Unidos poco a poco habían experimentando con nuevas fórmulas que después proyectos como Can llevarían a otro nivel.
La primera vez que apareció la definición krautrock fue en Inglaterra, en un artículo de Ian McDonald titulado “German calling” en un New Musical Express de 1972. No podía ser más despectivo. Kraut significa “col”, y así se referían los soldados aliados a sus enemigos alemanes. Este estilo de música no llegó a invadir el mercado norteamericano, a excepción de Tangerine Dream.
El género tal vez tuvo sus seguidores más numerosos fuera de Alemania, en países como Francia, aunque ahora es habitual encontrarse afirmaciones como que bandas del tamaño de Radiohead son deudores de este sonido.
A principios de los setenta Can era considerada ya como una de las agrupaciones de rock más avanzadas de Europa, por lo menos esa era la opinión de los críticos británicos. Y la influencia de la banda se percibe todavía hoy en la escena del rock experimental. Para esta banda fundada en 1968 en Colonia, las cuestiones comerciales nunca fueron importantes. Los integrantes de Can prefirieron inclinarse por improvisaciones dilatadas y psicodélicas, en lugar de componer canciones de rock compactas.
Los integrantes de Can se conocieron en Colonia, capital de la música clásica contemporánea. Irmin Schmidt, quien antes había sido pianista y director de orquesta; Holger Czukay, también con estudios clásicos y con experiencia como profesor, y Jaki Liebezeit, quien era baterista de jazz. De acuerdo con Schmidt, la idea solo era hacer música juntos, espontáneamente, de forma colectiva y sin ningún líder.
Inicialmente la banda estaba compuesta por Czukay, Schmidt, Karoli, Liebezeit y el flautista David Johnson. Después se unió a la banda el cantante estadounidense Malcolm Mooney. La formación, aún sin nombre fijo, estableció su estudio Inner Space, en Schloss Nörvenich, un castillo cerca de Colonia. A finales de 1968 David Johnson abandonaba la banda, no sin antes participar en las grabaciones que hasta 1981 se publicarían en un álbum titulado Delay 1968.
En la misma época, Mooney y Liebezeit propusieron que la banda adoptara el nombre The Can (La Lata). Sin embargo, en torno a la fecha de publicación del primer álbum, Schmidt declaró a la prensa que las letras del nombre constituían un acrónimo que significaba “Communism, Anarchism and Nihilism”. Con el cantante Mooney la banda grabaría su primer álbum, Monster Movie, y algunos de los temas de Soundtracks. Luego Mooney deja la banda y es reemplazado por el japonés Damo Suzuki, con quien sacarían sus álbumes más importantes e innovadores.
Desde su primer álbum se pudo percibir la gran influencia de la nueva música y el jazz de estilo libre que poseía la banda. La música experimental de Can se basaba principalmente en la percusión de Jaki Liebezeit, la improvisación de todos sus miembros e influencias de la psicodelia de Pink Floyd, la experimentación de The Velvet Underground, el funk de James Brown, las artes del estudio de grabación de Lee Perry y el free jazz de John Coltrane y Albert Ayler.
Can fue un grupo con mucha influencia en gran cantidad de géneros que surgieron desde entonces, como el punk, el post punk, el new wave, la música electrónica, la música industrial y el ambient.
Los integrantes de la banda, Holger Czukay, Irmin Schmidt y Jaki Liebezeit, son considerados actualmente como autoridades inmortales de un estilo experimental ilimitado en cuanto a sonidos y ritmos. Son pocos los grupos alemanes a los que se se puede acusar de revolucionar la música de forma tan explosiva.
Luego de doce álbumes de estudio y tres en vivo, la banda se disolvió en 1979, después de editarse el disco Can, pero la alineación original con Mooney se volvió a juntar en 1989, cuando grabaron Rite Time.
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