SAMUEL_VALDÉS LÓPEZ • Esta banda hace un rock pesado muy interesante y lejano de lo que nos enseñaron que era el metal.
Tal vez se ha convertido en un truco del metal que una banda del género tenga de vocalista a una mujer, pero en el caso de Black Moth, el estereotipo se ha sacudido lo suficiente como para entregar algo distinto.
Black Moth no recurre a las acrobacias operáticas ni a los guturales aullidos que nos han acostumbrado los escandinavos, sino más bien a una suerte de stoner rock con tintes de doom y hasta trocitos de sludge para menear la cabeza.
Vamos, si Black Moth fuesen una película, serían Pánico y Locura en Las Vegas, reemplazando a Johnny Depp con Rayita, el simpático villano de Gremlins. Suena extraño, pero esta banda de Leeds, nacida de las cenizas de una banda de garage rock, se siente más en casa en los áridos desiertos norteamericanos que en la incipiente metrópolis de Leeds.
Es de rigor hacer la comparación con Black Sabbath y Alice Cooper, pero quítale un poco ese esmalte negro y te encuentras un poco de doom metal con tintes de Electric Wizard y Pentagram. No sé que hay en el agua potable de Leeds, pero Black Moth es de esa corriente de bandas locales que hacen un rock pesado muy interesante y muy lejos de lo que las bandas de hair metal me habían vendido cuando era morro o de lo que hizo famosos a “Los 4 Grandes del Metal”.
Habiendo empezado como un cuarteto, la adición de un guitarrista extra para la grabación de The Killing Jar, su álbum debut, le da a la banda un sonido un poco más “puerco”. The Killing Jar fue grabado y mezclado por Jim Sclavunos, quien ha hecho de las suyas con Nick Cave y sabe muy bien cómo lograr que la consola capture la esencia de la banda.
En vivo, Black Moth ha tenido una evolución interesante: las primeras dos veces que los vi les daba el momento del desgarriate, pero las habilidades fueron perfeccionadas y ahora los momentos de sludge metal llegan precisos, como un fino reloj. Tal vez aún les da por pasarse de copas, pero ese es otro detalle esencial del metal que no creo que se vaya muy lejos.
Trabajando en un segundo álbum y ofreciendo un show en vivo que lentamente va ganando fans, Black Moth ya dio un avance con el sencillo “Savage Dance” / “Tree of Woe”, que los encuentra un poco más escabrosos pero a la vez, con ese sentido del humor británico que nunca sabes si la broma fue o no a tus expensas. Lo siento por Gizmo, pero aquí me cambio al equipo Gremlin.
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