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Anomalías Pop #3: Cromagnon, Orgasm

September 21, 2013

Noise, no wave y rock industrial… de antes que existieran esos géneros.

ESTEBAN CISNEROS

Dicen que Hendrix fue experimental, que Sgt. Pepper expandió los límites del pop; dicen que en 1969 había muchos adelantados a su tiempo.

Y, claro, no están equivocados. La cuestión es que de debajo de la tierra, muy cerca del infierno, surgieron unos dementes que venían del futuro o de otro lugar inexplicable, porque hicieron un disco que incluso hoy suena avanzado, muy avanzado.

Paradójico que su nombre sea Cromagnon.

Antes que Trent Reznor, existieron Austin Grasmere, Brian Elliot, Sal Salgado y Vince Howley, psicodélicos salvajes. En un momento de iluminación inspirado por algún ácido muy fuerte y por Edgard Varèse, decidieron grabar un álbum que realmente fuese más allá. Mucho más allá. Tanto que es ya el Siglo XXI y seguimos sin alcanzarlo.

Orgasm se llama la placa. Salió en 1969. Fue grabado en Nueva York y lanzado por ESP-Disk, un sello de por sí experimental. Son cuarenta y tantos minutos de locura.

Tres años antes, sí, Zappa había hecho Freak Out! Ajá. Lennon había grabado su Revolution #9 y Hendrix sus ruidos con feedback. Vale. Pero Cromagnon es noise, no wave y rock industrial antes del noise, el no wave y el rock industrial.

Uno pone el disco y los amigos piensan Ministry. O Einstürzende Neubaten. O un proyecto alterno de Thurston Moore. Lados B del Pretty Hate Machine. Y están en lo correcto, a eso suena. Pero, hey, es un disco de 1969. Va de nuevo: es un disco de 1969.

Claro que no vendió ni media copia. Exagero, vendió algunas. Pero nadie entendía.

 

 

Nadie entendía.

La idea de Grasmere, Elliot, Salgado y Howley era hacer avanzar la música a su siguiente etapa evolutiva. Lo lograron, sólo que se adelantaron unas cinco generaciones. ¿Y entonces, ese nombre? Pues, es que otro no tenía sentido. Además de instrumentos eléctricos y electrónicos, se usaron palos y piedras. Y gritos. Podría decir “es una cacofonía de” y sandeces del estilo, pero es que no hago justicia al ruido que sale de los parlantes. Es escalofriante.

Cromagnon. Orgasm. Ojo con esa combinación de nombres.

¿Radiohead? ¡Por favor! Cromagnon lo hizo primero. Y mucho antes. Orgasm es un álbum drogota, asesino, monstruoso, genial. Como para ponerse a temblar. De verdad, ¿de dónde salía este ruido? ¿De dónde venían estos orates?

¿Y a dónde se fueron?

 

C/S.

 

 

–

 

 

 

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Filed Under: Música, Opinión Tagged With: 1969, Anomalías Pop, Cromagnon, experimental, industrial, NY, Orgasm

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