MARÍA MERIOMA • Anti-Flag, Queens of the Stone Age y Ska-P, entre lo más esperado por los asistentes al segundo día de actividades.
FOTOS: balazsmohai, szemerey y Moszi Gabor
La jornada del lunes terminó hasta pasadas las 4 de la mañana del martes en varios de los espacios nocturnos del festival, pero somos suficientes szitizens como para que los madrugadores hagamos que la isla despierte temprano. A las 9:00 a.m. ya había gente desfilando hacia las duchas, la playa (una zona habilitada para nadar a orillas del Danubio), la piscina (en el camping VIP) o a las carpas de comida.
El segundo día se habilitaron más espacios y ya hay momentos en los que se hace imposible elegir entre uno u otro, así que mi atención se la llevaron los dos escenarios grandes (el principal y el hoy estrenado A38) junto con un par de cosas más que vale la pena reseñar. Sziget sigue creciendo y eso emociona porque ya en dos fechas ha habido de todo y aún le queda bastante a la llamada “isla de la libertad”.
El escenario principal da la hora con un reloj gigante que se encuentra arriba de la mesa de mezclas. El carrillón del reloj tiene tres personajes que interpretan una historia a modo de “alarma” para avisar que el próximo concierto va a comenzar. Este montaje fue una de las sorpresas del año pasado y repite, está a cargo de La Tal, una compañía de teatro catalana. Así que minutos antes de las 4:00 p.m. el carrillón nos avisó que era hora del primer concierto de la tarde: Anti-Flag (ver foto de portada).
La banda de Pensilvania empezó con la canción “The Press Corpse” y clamores en contra del racismo, sexismo, homofobia, xenofobia y demás conductas discriminatorias; conceptos 100% de acuerdo con la filosofía de Sziget. El público comenzó a poguear en la segunda canción y así pasaron “War Sucks, Let’s Party!” o “Hymn for the Dead” entre otras.
Aún seguía Anti-Flag y comenzaba la australiana Brody Dalle en el A38; cambié la voz de Justin Sane por la de la exspinnerette que con su primera canción “Race Rat” continuó la línea del punk del otro espacio pero entre medias tuvo intervalos un poco más dulces. Dalle, además de haber dado un concierto estupendo, se veía pletórica, disfrutando muchísimo de ese momento.
De vuelta en el main stage le llegó el turno a SKA-P. Esta es la quinta vez que están en Sziget y por la respuesta del público podrían volver otras cinco más. Siendo muy honesta, yo no esperaba mucho de tener a SKA-P en el escenario y no estaba en mi lista del día pero al ver la respuesta del público que estaba escuchándolos y del que rodeaba el lugar haciendo cola para comprar comida, bebida, cigarrillos o ir al baño, me di cuenta de que estaba equivocada; todo el mundo se movía y a ellos no había quién los bajara. Finalmente, cerca de las 7 de la tarde dijeron: “One more y nos vamos…”, cerraron con dos canciones y se fueron.
Antes de salir Queens Of The Stone Age, a las 7 en punto llegó el momento de la balloon party: miles de globos de colores soltados al mismo tiempo frente al escenario principal. Esta vez, el reloj que marcó 3 minutos en cuenta atrás para soltar los globos fue uno digital puesto en las pantallas para coordinarnos a todos y aunque desde que comenzaron a repartirlos ve veían nubes intermitentes de colores, el resultado fue espectacular.
A las 7:30 en punto nos esperaba otra cuenta atrás, esta vez de un minuto y con Homme, Fertita, Shuman, Van Leeuwen y Theodore contando desde el escenario; el cero dio paso a los primeros acordes de “You Think I Ain’t Worth a Dollar”. Alejarse de QOTSA era una pena, bajo mis pies retumbaba todo con las voces del público que estaba en el escenario principal cantando “Burn The Witch”.
Mientras tanto en el A38… Casper, el alemán entregado al hip-hop y el pop rock, tenía la carpa a medio llenar en su primera vez en Sziget. Aunque no era un record de asistencia y se pudo ver a más gente por ahí con Brody Dalle, los que estaban en la presentación de Casper eran unos cientos que lo conocían muy bien. Un sonido magnífico durante todo el concierto y una actitud fuertisima la suya bailando, saltando y saludando a los asistentes en distintos idiomas.
Deadmou5 se encargó de encender la fiesta que continuó en el resto de la isla tras cerrarse el escenario principal; eran las 11 de la noche y a Sziget le quedaban aún seis horas de segunda jornada para dedicarle al rock, pop, techno, música celta, folclor húngaro, reagge, blues… mañana terminarán de instalarse esos espacios y podré comentar cuántos son exactamente y qué tiene cada uno.
Dato del día:
No hay acampada sin fogata ni fogata sin guitarra… pero como es de suponerse, por razones de seguridad y de espacio, permitir a los asistentes del festival hacer hogueras no es una opción; por esa razón este año en Sziget se instaló una zona especial donde, entre las 11 de la noche y las 4 de la mañana, se mantiene encendida una fogata y tocan en acústico músicos locales y extranjeros. Es el disfrute total de los amantes de los “clásicos del camping”.
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