SAMUEL VALDÉS LÓPEZ • Parodias muy divertidas y en algunos casos hasta informativas.
Para muchos, la música chistosita no tiene sentido o talento por no ser original. Tal vez sea el caso en bandas que no definen dónde empieza o termina el chiste, pero en el caso de “Weird Al” Yankovic, su amor por la parodia y la música es evidente en todos sus lanzamientos.
En el caso de Mandatory Fun, el último (en todos los sentidos) disco de Yankovic, la parodia sigue fresca con canciones que tal vez ya no están tan frescas en el Top 100, pero que siguen siendo parodiables.
Ahora bien, todo disco de Weird Al tiene tres tipos de parodias: canciones populares, la parodia al sonido de una banda y el megamix polka de las canciones más populares que han salido entre sus discos.
En el primer caso, tenemos tremendos aciertos con burlas a Iggy Azalea (“Handy”), Pharrell Williams (“Tacky”), Lorde (“Foil”) y hasta al baboso de Robin Thicke (“Word Crimes”). El hecho de que los videos que salieron para cada canción son bastante divertidos (e informativos en el caso de “Word Crimes”) le dan un extra a las parodias de canciones que ya lograron chotearnos en la radio pop.
Las bandas clásicas no se salvan tampoco. “Mission Statement” se aferra al country de protesta de Crosby, Stills & Nash, burlándose de las infames buzzwords usadas en insufribles juntas administrativas. “My Own Eyes” se lanza de la tercera cuerda contra el sonido que ya han usado (y abusado) los Foo Fighters desde el Echoes, Patience, Silence & Grace y “First World Problems” agarra por igual a los mimados como en el caso de Pixies.
Como siempre, uno de los puntos más fuertes del disco es el popurrí en polka que mezcla varios hits, al estilo Ray Conniff pero más divertido*. “Now that’s What I Call Polka” mezcla perfectamente a Foster the People, One Direction, Psy y hasta LMFAO. Es extraño como bajo otro formato, algunas de esas canciones no sólo se vuelven tolerables, sino hasta pegajosas.
¿Cuál es el futuro de Weird Al Yankovic y sus parodias? Supuestamente dejará de sacar discos y se dedicará a sencillos y videos cuando sean más “relevantes”, pero honestamente creo que una parodia bien hecha de una canción antigua que cubra un tópico de moda funciona tan bien como agarrarse una del top 40.
El humor de Mandatory Fun no será universal (ningún humor lo es) pero creo que como un disco despedida, este puede convertirse en un clásico.
*Advertencia: El grado de diversión en un disco de Ray Conniff está correlacionado con la cantidad de copas que llevas encima.
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