DANNA CAMPOS
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El regreso de una de las bandas seminales del pop campirano de los ochenta.
Cuando escucho a The Jayhawks me imagino en un road-trip sureño estadounidense al atardecer. Y es que, uno de los sentimientos mejor expresados en la música de la banda originaria de Minneapolis, es la melancolía en su forma más pura; por su estilo de pop-semi acústico y cargado de folk y un poco de country, y por recordarme un escenario de una ruptura amorosa de los setenta en la que jamás viví.
A pesar de que su trayectoria ya tiene un par de décadas, The Jayhawks no han sido propiamente ovacionados por el público internacional, pues su historia ha sido una serie de hiatus y regresos desde ese entonces hasta 2011.
Sin embargo, si se ve desde el punto de vista del vaso semi-lleno, me atrevo incluso a decir que ellos son un ejemplo de supervivencia en uno de los tiempos más difíciles y cambiantes para la industria de la música, y para una banda que desde su nacimiento hasta la fecha se ha enfrentado a públicos diferentes.
Aunque pareciera que la moneda está en el aire para la banda liderada por Gary Louris, The Jayhawks anuncian su regreso al núcleo de la escena pop-folk norteamericana con Paging Mr. Proust (Juno Records, 2016), con “Quiet Corners & Empty Spaces”, como adelanto de esta nueva aventura musical.