CYNTHIA RODRÍGUEZ • Beats desde Londres.
FOTO: Nastasia Alberti / Facebook
Es pálido como un fantasma, y tan cultural que te comparte su receta de salsa tikka masala. Pero Ghost Culture no es ningún chef de ultratumba, sino un músico común y corriente.
James Greenwood vive en Londres, en la ecléctica y moderna comunidad de Hoxton. Una región repleta de pequeños restaurantes internacionales, favorita de artistas y diseñadores para vivir y dormir. Desde el mismo lugar en el que vivía y dormía, grabó un íntimo álbum con ayuda de un sintetizador, un secuenciador y un par de efectos.
Con tan pocos recursos y con una pequeña ayuda de la internet, ganó la atención del productor Erol Alkan, quien lo acogió entre sus brazos y lo firmó con su disquera Phantasy Sound. Su primer sencillo, “Mouth” salió en octubre de 2013, y su edición especial en vinilo “invisible” se agotó en cuestión de días.
El sencillo provocó tal sensación, que la prestigiosa revista Mixmag lo nombró “Canción del Mes”, título que Greenwood volvió a adquirir con su próximo lanzamiento: Understand EP en agosto, de donde salió el sencillo “Arms” para crear expectativa sobre un muy prometido álbum de larga duración.
Su LP homónimo salió en enero, poco más de un año después que su primer sencillo. Pero la espera no desesperó, pues Greenwood nos mantuvo ocupados con deliciosos DJ sets tanto en clubes como en su cuenta de Soundcloud. El sencillo a darse a conocer ahora es “Giudecca”, con un video que es el primero en haber sido grabado exclusivamente para la canción y no con imágenes royalty-free. Es, en pocas palabras, una presentación de la persona detrás de los temas.
Las comparaciones no se han tardado, y se le ha equiparado con actos de la talla de Caribou y LCD Soundsystem. Su biografía en Resident Advisor es más romántica y lo describe como “un amateur de recámara en el linaje de Arthur Russell y Elliot Smith, pero con la colección de discos de Whitey y un Korg Mono/Poly como su musa”.
Con o sin disquera, el espíritu íntimo y casero sigue ahí. La pequeña voz de Greenwood y los grandes beats de su música son como una avalancha en un cuarto cerrado bajo llave, y tenemos la oportunidad de asomarnos por la perilla.
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