ESTEBAN CISNEROS
Los Alocados Años 60 siguen nutriendo al pop. Y seguirán haciéndolo. En estética y música, han sido idealizados a lo largo del tiempo; sus tics, caprichos y experimentaciones plantearon un lenguaje al que se ha recurrido una y otra vez para perpetuarlo, revalorarlo, parodiarlo o incluso intentar destruirlo para proponer caminos nuevos. El fenómeno, muy inglés, influyó en todo el mundo que, por un momento, parecía que iba a cambiar para siempre y convertir la utopía en realidad.
Cupid’s Carnival, de Londres, tiene el sonido argénteo y colorido de los Swinging Sixties. Liderado por Roland Skilton y Thomas Gray, el grupo ha lanzado su primer disco largo, Everything is Love, música que no sólo está en orden en una playlist junto a los Beatles, Badfinger o Electric Light Orchestra, sino que tal vez se confundiría con sus influencias.
Melodías brinconas, sitars eléctricas, solos de guitarra harrisonescos y órganos Hammond rutilan en cada uno de los tracks de Everything is Love. Cada canción es un sencillo potencial y aunque Cupid’s Carnival está clavado con el sonido sixties, suenan coherentes con una época del remix y del revival.
Hay muy poca información del grupo, como si hubiesen salido de la nada, pero Skilton y Gray ya habían lanzado algunas de estas canciones con su grupo anterior, Cherrystone, en un disco que fue favorito de muchos aficionados al power pop en 2008.
Cupid’s Carnival es el típico proyecto de siglo XXI: dos nerds de la música se unen para hacer música que suene a la de sus ídolos. Skilton (guitarra, voz) y Gray (teclados, guitarras, voz) han estudiado por años sus discos favoritos y los homenajean, reconfiguran y retuercen hasta sacar algo nuevo.
El resultado, como ya se ha dicho, es brillante. Y no sólo para los otros nerds de la música que reconocerán cada tic y apreciarán cada referencia; los temas están llenos de ganchos, las melodías son pegadizas y el sonido en general es pulcro e impetuoso.
“Girl” es el single ganador, en definitiva, una muestra en tres minutos de todo el potencial del grupo (que complementan Darrin Mooney en la batería, Gordon Davis en el bajo y Greg Bone tocando el sitar eléctrico); pero hay tracks como “Working Girl”, “Our Life” o la canción que da título que evidencian la maestría melódica de Cupid’s Carnival.
Destacan también “Sunny Days” y “I Was The Boy”, además de una versión de la clásica de la psicodelia sixties “A Whiter Shade of Pale” con una aparición especial de Matthew Fisher, quien fue organista de Procol Harum.
Everything is Love apunta a ser uno de los discos underground más importantes de 2016. Hay que prestar oído y estar pendientes de los siguientes proyectos de Skilton y Gray.
C/S.
También puedes escucharlo completo aquí.