MARÍA MERIOMA
FOTOS: Cortesía Discos Intolerancia
En Colombia, Dr. Krápula es uno de los grupos alternativos de mayor convocatoria. Y desde hace varios años, la banda también viene trazando su propio camino en países como México.
La última de sus visitas a este país ocurrió hace unos días, cuando se presentaron en Pachamama, un festival en defensa de los derechos de la naturaleza, cuya temática dio pie para que la banda nos hablara de su trayectoria como activistas del cambio climático, causa en la que por cierto coinciden frecuentemente con colegas latinoamericanos como Aterciopelados, Rubén Albarrán o Roco Pachucote, y que les ha valido reconocimientos como la orden Simón Bolívar, o la oportunidad de subir al propio Congreso colombiano para compartir su mensaje.
Pero nosotros nos reunimos con ellos para platicar de música, así que comenzamos por indagar cuál ha sido la presentación que más recuerdan de México y por qué.
Mario: Yo creo que todos consideramos el mismo concierto en México como el más importante…
Nicolás: El Vive Latino 2014.
Manuel: Fue en el escenario de la cancha de fútbol, empezamos a tocar con el escenario vacío, y se llenó hasta donde ya no cabía más gente, pero cayó una granizada durisima que hizo que el escenario se vaciara y el show se detuviera a la tercera canción. Luego salió el sol y el arcoíris, por lo que empezamos de nuevo y volvió a llenarse. Fue una cosa que aún no nos explicamos por qué sucedió, ni cómo, pero fue de lo más lindo que nos ha pasado no sólo en México, sino uno de los mejores conciertos de nuestra vida.
Hay en Colombia una especie de renacimiento musical, después de una prolongada época de sequía. Pero ustedes estuvieron ahí desde antes. ¿Cómo se ve ese renacimiento desde dentro?
Mario: Qué buen nombre ese de “renacimiento”. Justamente estábamos hablando de eso ayer… Hace veinte años salieron los Aterciopelados, tuvieron un boom grandísimo, y de ahí a que pasara lo siguiente hubo una década de sequía absoluta en cuestiones de música alternativa, rock, e incluso hasta pop. Y como dices, nosotros en esa sequía como que logramos salir y sacar la mano, pero el análisis que hacemos es que antes las cosas se hacían de manera individual y que hoy se hacen de manera colectiva; lo que está pasando con la música en Colombia es porque la gente comenzó a trabajar en colectivo, en parche, en grupo; compartimos los públicos, las bandas anunciamos los shows de otras bandas, los artistas hacemos colaboraciones con otros artistas y se fortalece entre todos una escena.
Vemos con alegría lo que está pasando: ver que salen grupos y que a los dos años se ganan Grammys, y que hay tanto no sólo en el rock, sino en las fusiones, en el pop, la electrónica… y esa sinergia hace que más y más grupos salgan y haya cosas muy importantes de Colombia en el mundo. Para nosotros es una alegría infinita porque vimos y vivimos esa sequía, hicimos parte de eso y nos tocó arar la tierra y escarbar mucho.
Nicolás: Nosotros fuimos muy testarudos, persistimos porque si uno habla de industria y negocio, podría ser mejor pensar en otro negocio. Comenzamos a tejer esas redes y a buscar y a abrir nuestro camino. En Colombia siempre ha habido talento, pero permanecer y resistir es muy complicado. Finalmente todos tienen un arriendo que pagar y desisten. Puede ser que la nueva ola encontró o ya tiene una visión más amplia por experiencia de bandas anteriores.
Mario: Sí porque tocó sacar el machete y comenzar a crear espacios para tocar. Ahora sale una banda y ya tiene un festival como Rock al Parque, con 25 años de historia, y encuentran que los restaurantes tienen escenarios o redes para difundir su música, y eso hace 17 años cuando comenzamos, no existía.
Nuestros primeros conciertos eran en casas en obra gris, no había escenarios, (ni forma de) pegar carteles en la calle, volantear… hoy en día está toda la maquinaria para que una banda o un proyecto artístico pueda hacer publicidad pagando en Facebook, tienen cómo grabar un disco en su casa, cómo distribuirlo mundialmente a través de las plataformas digitales. Está todo eso, pero costó mucho sacrificio.
Nicolás: Ahora las bandas lo tienen más fácil en muchos sentidos y obviamente el talento las exporta porque se hace muy buena música en Colombia.
Mario: Sí, fue el trabajo colectivo. Mira: Carlos Vives se jaló a Chocquibtown y los apadrinó; Juanes lo ha hecho con un par de artistas también… ves artistas grandes que se dan la mano con otros y hacen colaboraciones. A nosotros nos pone el camino más lindo, pero más difícil porque hay que continuar siendo los abanderados de eso.
Y hablando de colaboraciones, ¿no están hartos de encontrarse con Aterciopelados hasta en la sopa?
Mario: Yo creo que… sí… no hartos pero es que todo el mundo hace colaboraciones con ellos, y es porque son un referente, son el pilar donde se construyó toda la industria de rock (en Colombia). La palabra no sería “hartos”, sino “hay más cosas por hacer”. Nosotros respetamos y admiramos de manera absoluta a Aterciopelados, como artistas y como personas, somos amigos de Héctor y a Andrea la conocemos muy bien, pero lo que está viniendo es más importante que lo que ya pasó y hay que ver hacia el futuro. Creo que ahora las colaboraciones deben ser entre naciones; a nosotros nos gusta hacer colaboraciones con Café Tacvba, Manu Chau, Celso Piña y con bandas nuevas también, como No te Va Gustar.
Mario: Sí, hay un arraigo normal con Aterciopelados, yo no diría “hartos”, diría “ya es suficiente”.
Nicolás: También es coincidencia, porque ellos se han apropiado de una postura indigenista y ambiental, y cuando nosotros hicimos un disco como Amazonas era bastante lógico invitarlos.
¿Cinco canciones que la gente deba conocer de Dr. Krápula?
Mario: “Exigimos”.
Germán: “La Verdadera Lucha”.
Sergio: “La Fuerza del Amor y el Pibe de mi barrio”
Nicolás: “Bam”
Mario: “Amanece”.
* Al final, el grupo agregó cinco canciones que les gustan, y todas las añadimos en esta lista: