CRISTHIAN SILIS
Perrosky es una de las bandas más sólidas y convincentes que han surgido en Chile en los últimos años.
Lo primero que se conoció del proyecto fundado hace ya 15 años (en 2001) por Alejandro Gómez fue un cassette titulado Añejo, que contenía canciones que el músico había acumulado durante un tiempo. Poco después se unió su hermano Álvaro para completar el dueto y comenzar a definir su rumbo y sonido.
Durante esa década, Perrosky se hizo escuchar con grabaciones como Otra Vez (2004), con el que empezaron a llamar la atención rápidamente; El Ritmo y la Calle (2007), y el disco de versiones Doblado al Español (2008), que los llevaron a pisar escenarios de países como Brasil.
Ya en esta década, lanzan los discos Campante y Sonante, Son del Montón y Tostado (todos de 2010) que los hacen acreedores de grandes elogios y los llevan a presentarse en el festival mexicano Vive Latino 2012, donde previamente el sello Intolerancia había editado algunas de sus grabaciones.
La vasta discografía de Perrosky –siempre de la mano del sello Algo Records, casa de otros artistas que también hemos “reportado” aquí, como Club de Surf y Matías Cena– continúa en 2013 con Vivos, disco donde se cargan ligeramente más hacia el punk e incluso el pop, antes de volver a México para presentarse en la última edición del festival Nrmal que se llevó a cabo en la ciudad mexicana de Monterrey (2014).
Este 2016 los Gómez vuelven a la carga con Cielo Perro, un disco lleno de rock and roll, rockabilly, blues y soul en el que los sentimientos de nostalgia, el poderío sonoro y los guiños de psicodelia y folk te hacen querer subirle al volumen mientras atraviesas el desierto en carretera a toda velocidad.
Perrosky son unos grandes que han puesto su granito de arena para que esa gran explosión de artistas chilenos que conocimos hace varios años fuera posible.