NICO GONZALEZ
FOTO: Diego Gabriel Stocco
Hay música que le quema las manos a uno, y hay que estar rápidx de reflejos para saber qué hacer en ese momento. Yo siempre elijo compartirla enseguida, al tiro. Hoy podría esperar hasta septiembre/octubre, para que salga el nuevo disco de quien voy a escribir, el cual ni siquiera se comenzó a grabar.
Sería lo más periodísticamente correcto contar la novedad. Pero no somos correctos, y además me quema en las manos. Tengo que escribir sobre Fede Leites, porque me encanta.
Lo conocí en noviembre pasado en el festival Otro Río, que se realiza en la ciudad de Rosario desde hace algunos años por obra y magia (mucha magia) del sello Polvo Bureau, y que merecería un reporte aparte.
Ahí, a metros del Río Paraná (actor fundamental y omnipresente en toda la cultura y el arte rosarino) pude ver un hecho artístico, pero también un espectáculo. La mezcla correcta entre arte y entretenimiento.
Fede Leites se admite un no-músico, un autodidacta, alguien con la curiosidad suficiente para sacarle el máximo provecho a esta era del tutorial que vivimos. Confiesa que ya no dice que no sabe música “porque los músicos se ofenden”, aunque después del show estuvimos charlando brevemente de géneros como grime, witch house y gqom con total naturalidad, así que si no sabe, por lo menos está informado.
Ataud Ataud (2013) es su primer disco. Es oscuro, pero también celestial. Duplica la palabra para quitarle dramatismo al término y crear un ritmo. Es dreampop enredado con dembow, hip-hop en pánico y locura, house noventero con moléculas árabes y algunas geishas.
Aunque es evidente que su música pertenece al campo de la electrónica ligada a la pista de baile, hay un nimbo sutil, una luminosidad campestre, cierto elemento ambient que me hace pensar en aire en movimiento, en un campo, y en el río. Por supuesto que en el río, porque Fede Leites vive en Rosario desde hace muchísimos años, pero es oriundo precisamente de la ciudad de Paraná, en otro tramo del mismo río, en la provincia vecina de Entre Ríos.
El año pasado liberó su segundo álbum, NOFORMA, claramente distinto, aparentemente en otra dirección, aunque ineludiblemente con el sello anterior. Para despuntar el vicio, exorcizar la tristeza y aprovechar el paisaje y el entorno, Fede Leites inventó un disco mucho más tranquilo, principalmente de cantautor, pero entretenido. Folclórico, sin ser de folclore, ambient, sin llegar a ser ambient. Nostálgico, pero a la vez como un túnel de luz, que si lo atraviesas sales de ahí reforzado. Clarificador.
Fede Leites tiene entre manos algo poderoso, y también completa la obra con muy buenas propuestas visuales, tanto en vivo, como en videos. Basta con hojear su canal de Youtube, y acá viene el gancho con lo nuevo, porque Fede Leites estrena hoy este registro audiovisual (alucinante) de su show en vivo aquella noche de noviembre en el Otro Río.
Fede Leites – Eterna Rosa Dorada (en vivo en el Festival Otro Río, 19/11/2016)