NICO GONZALEZ
Esta década está atravesada en gran medida por la nueva electrónica. Géneros como el trap, el dreampop, e incluso la indietrónica, incorporan permanentemente el sonido relajante del chillwave, mientras que los beats conocen nuevas texturas, suaves e hiper trabajadas, faster but slower, como le hubiese gustado a Martin Hannet.
En materia rítmica la inclusión de ritmos latinos como el reggaeton, el moombahton y fenómenos como el twerking, me parecen uno de los hechos claves de esta nueva electrónica, y creo que ese romance recién comienza, que estamos apenas viendo el principio de algo que se desarrollará con fuerza durante los próximos diez años.
En Argentina Lngchps es un exponente de todo esto, de los más “estéticos”, ergo, interesante. Con una influencia más british, más ligado al UK Garage que a eso que llaman ”electrónica regional”, desde hace un par de años sigo sus remixes y outtakes en su cuenta de Soundcloud.
Hace muy poco lanzó un EP vía el netlabel ABYSS, especializado en los menesteres del juke y el footwork y comandado por la siempre genial Aylu. Solve et Coagula es algo así como disolver y coagular, y Lucas Toro, quien también es ilustrador y diseñador gráfico, disuelve estilos e influencias múltiples, formando un coágulo sonoro llamativo, bailable, pero también jugoso para la escucha consciente.
Hace apenas dos semanas Lngchps lanzó Light, su primer LP, esta vez vía KillerDrumz Records, y de nuevo el viaje es intenso, lleno de energía, con un fuerte sentido nocturno y de gran ciudad. Este aspecto es interesante, porque como toda gran ciudad, existe una estética y un ritmo propio, que invariablemente no deja de ser el resultado de muchas miniculturas que la atraviesan y conviven dentro de ella.
Esto sucede en la música de Lngchps, que es como una gran urbe sonando, con su little Italy, su barrio chino, su 5ta Avenida, su 9 de Julio, su Paseo de la Reforma, su sector latino y su Wall St. Y eso me parece notable.