LIDIA LEIVA
El fin de semana pasado asistí al directo de los estrambóticos Bonaparte, banda que nos mantuvo asombrados gracias a sus interpretaciones un tanto grotescas y eróticas, donde se plasman la locura y la provocación desmesurada, tendiendo hacia la transgresión.
Bonaparte es una de esas bandas independientes que rompen los cánones del punk comercial y que se extienden hacia un punk más rústico y de estar por casa, o como lo llaman ellos: visual trash punk, debido a los pobres recursos de grabación que utilizan para conseguir un sonido un tanto ambiguo, pero también por sus influencias de la música electrónica y sus letras hedonistas.
La banda encabezada por Tobias Jundt, es de las formaciones alemanas más prometedoras que vimos en el festival Rockavaria 2015, aunque ya de antes les seguíamos la pista gracias a su último álbum homónimo Bonaparte (2014) y por algunos premios que se les han otorgado en su corta carrera.
En ese tiempo fue cuando emprendieron su camino con el primer single “Too much”, y a partir de ahí lanzaron otros como “Fly a plane into me” en 2010. Los últimos meses la agrupación ha trabajado también para la banda sonora de la película alemana Becks, letzter Sommer, que será estrenada en julio de 2015.
En los que se refiere a presentaciones, este verano el grupo berlinés se presentará en otros festivales de Centro Europa como el Sonisphere, de Biel (Suiza) o el Kultursommer Festival Conrads Ohm, en la ciudad de Dornbirn (Austria).
–