CRISTHIAN SILIS
Muchos se indignan por la participación de ciertos artistas en el Vive Latino… Aunque luego terminan aceptándolos. Aquí un poco de historia.
Los roces del llamado “rock mexicano” con la música tropical son de lo más habitual, aunque nunca dejan de ser polémicos. Muchas bandas han accedido al gusto popular por recurrir a esas influencias o por coverear canciones de estilos ajenos al rock, como le sucedió a Caifanes cuando se colaron en el gusto de las masas con su versión de “La Negra Tomasa”, por citar sólo un ejemplo.
Esto viene a cuento por el descontento que se suscitó en las redes sociales tras el anuncio de que Los Ángeles Azules tocarían en el festival Vive Latino de este año.
Pero como decíamos, esto no es nada nuevo. Hagamos un poco de historia:
– Hace apenas poco más de diez años, La Banda Espuela de Oro hacia covers de Molotov e incluso alternó con ellos en varias ocasiones en el Hard Rock Café.
– El cantante ¿o comediante? Kokín abrió los shows de Illya Kuryaki en Rockotitlán, por ahí de 1998, esto gracias a que su disco Help, Necesito Work pertenecía al mismo sello del grupo, Universal / Manicomio.
– El Gran Silencio alcanzó gran popularidad con su “chuntaro style” e incluso se coló en estaciónes de radio de las llamadas “gruperas”. Hasta le salieron clones que aunque nada tenían que ver con el rock, trataban de emular su sonido.
– En plena explosión del ska, la efímera sucursal de Rockotitlán en Garibaldi organizaba shows de bandas de este estilo, que alternaban con agrupaciones de corte más folklórico como Yairas o Yaguarú.
Entonces, ¿por qué nos sorprende que se sigan incluyendo estas expresiones “no rockeras” en el llamado festival de Cultura Iberoamericana? La razón es evidente: Una buena parte del público asiduo al VL rechaza de antemano cualquier propuesta que se salga de lo “rockero” o lo “underground”. Aquí algunos datos:
– En 1998 muchos se sorprendieron con la participación del grupo chileno La Ley en el Vive Latino, ya que consideraban que eran demasiado comerciales para este festival.
– En 2003 Natalia Lafourcade fue prácticamente bajada del escenario, aunque curiosamente en 2011 todo cambió y de hecho su participación en el VL fue una de las más esperadas.
– Un caso muy conocido fue el de Calle 13, que actuó por primera vez en este festival en 2007. Muchos se mostraban indignados porque la agrupación se presentara ahí y hasta se hablaba de boicotear la actuación de la banda. Curiosamente, cuando volvieron en 2010 al festival, fueron uno de los encargados de cerrar.
– En 2011 la polémica recayó en Agrupación Cariño, que no sólo tocó en el Vive Latino, sino en su hermano incómodo: el fugaz “Vive Grupero”.
Como informamos hace varias semanas, la participación de Los Ángeles Azules en el VL13 no es sólo una puntada, sino parte de un proyecto que incluye un disco de covers a temas del grupo, por parte de gente como Nortec, Toy Selectah, I.M.S. y Carla Morrison.
Quizá convenga preguntarnos si en un par de años no estará el conjunto de Iztapalapa cerrando alguna noche del festival. No se asusten, todo puede pasar.
–