ESTEBAN CISNEROS
Música y calle: Wild Style
La cinta (1983) de Charlie Ahearn resultó un semi-documental sobre los cuatro pilares del hip-hop cuando todo era realmente bajotierra: Rapear, pinchar, bailar y rayar. Aquí no hay Chuck Norrises porque, hey, por más que diga el meme, estos sí podrían patearle el trasero; aquí no hay chorchenéguers porque no caben, porque en Wild Style todo es real: Los vagones del metro de Nueva York pintarrajeados, la competencia feroz, la poesía (el hip-hop es pura poesía, menda, los colegios no saben un carajo), la negritud, la honestidad brutal (no como otros), la violencia. El puto mundo en pantalla. El día en que esta ciudad se decida a hacer una película así, podré morir tranquilo.
Ya lo dice el título: Wild es salvaje, montaraz, silvestre, agreste, una fiera (¡una fiera!), desenfrenado, alocado, desesperado, absurdo, disparatado, embravecido, proceloso, fuertísimo, furioso, desaforado, de loco, entusiasta, lejano a la civilización, NATURAL, arrasador, extendido.
Style es estilo, modo de vivir, maneras, diseño, modelo, moda, peinado, manera de hacer algo. Estilo salvaje. Nos hace falta.
Increíbles cameos, épico sobre todo el de Grandmaster Flash. Si crees que el hip-hop nació con Eminem, date una vuelta por Wild Style, POR FAVOR.
* Publicado originalmente el 1 de junio de 2012 en El Heraldo de León.
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