ARTURO URIZA
La banda vuelve con un disco bien logrado, aunque quizá no les traerá nuevos adeptos.
Cuando el editor de este respetable medio me preguntó si me gustaba Maniquí Lazer, no fui completamente honesto. Le dije que sí, aunque tengo que admitir que por cuestiones sentimentales y adolescentes, la respuesta más cercana sería que me gustan mucho, que casi soy fan y que los he visto en vivo unas tres o cuatro veces.
Entonces, ¿qué podría decir para que no crean que esta reseña será una constante besadera de empeines? Pues para empezar, que siempre he preferido el trabajo de la banda en vivo que el de estudio. Y que creo que nunca han logrado reflejar en disco lo que hacen en sus shows, y ésta no es la excepción.
Hace unos meses tuve la oportunidad de verlos en un festival en Cholula (Día de Campo Albino); era el esperado regreso de una gran banda que, durante los años en que apareció, prometía mucho, sobre todo en una escena llena de rock chistosito y de montonales de bandas de surf. Lo acepto, no era nada nuevo en un contexto general musical, porque ya había cientos de bandas de ese tipo en Estados Unidos… pero vaya que para México era refrescante.
Entonces, a tantos años de los primeros discos, ¿qué propone Maniquí Lazer? En general, no mucho. El disco incorpora las gamas de synth-noise que los hicieron famosos, diluyendo la parte punk rock y conservando los juegos líricos y vocales de sus trabajos anteriores.
Dead Celebration es un trabajo relativamente corto en duración –justo–; mucho más oscuro que I Learn Everything On TV, y mejor logrado que The Amazing Kingdom Of The Animals In The Zoo Chapter 1: Magical Medicine. Hay cosas que no tienen mucho sentido, como las colaboraciones de Denise Gutiérrez, que bien podrían no estar, o la desatendida portada, que pudo dar para más.
Como pronóstico, y viendo la situación en que cada miembro de la banda se encuentra (cada quien con proyectos alternos) podría augurar que si éste no es el último disco de la banda, pasará mucho tiempo antes de que saquen otro.
En conclusión: es un disco que funciona mucho más para aquellos a los que ya les gusta la banda que para los nuevos escuchas. Mantiene fuerza, es ruidoso y las capas de sonido están mucho mejor trabajadas; se nota mejor producción y un afán de crear atmósferas en ciertos momentos. Pero si usted es difícil de impresionar, mejor no lo intente.
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