LUIS RESÉNDIZ • Una selección que trata de evadir el lugar común, pero también de incluir a esas bandas que tan buenas canciones tienen y tan bien tocan, aunque desafortunada –o afortunadamente– sólo estén detrás de una pantalla.
Aquí una personalísima selección de las que deben ser las mejores bandas ficticias del cine. Si notan una omisión imperdonable, favor de dejarla con su respectiva mentada en los comentarios.
The School of Rock – School of Rock
Jack Black sabe de rock. El tipo rockea. Hay que verlo en High Fidelity –donde también aparece una buena banda ficticia con él al mando: Sonic Death Monkey–, donde se revela como un gran melómano y, claro, en School of Rock, cuyo performance del final es también un clarísimo homenaje a The Who –esos sintetizadores no están allí de puro adorno, y el intro remite de inmediato a “Won’t Get Fooled Again”– y a toda una tradición del hard rock (el uniforme a la AC/DC tampoco es gratuito). Dejen a un lado la moralina y la chabacanería: quiero ir a esa escuela.
The Wonders – That Thing You Do!
El pop bubblegum es súper emocionante. Es cursi, ñoño, teto, lleno de lugares comunes… pero de un encanto innegable. Eso hacían The Beatles cuando aparecieron y eso hacen The Wonders en That Thing You Do!, el debut como director del insoportable Tom Hanks. La canción es una brillantísima pieza que reconstruye aquel estilo musical que floreció a mediados de los sesenta y que nunca ha logrado irse del todo del imaginario. El tema fue compuesto por el gran Adam Schlesinger, bajista de los solventes pero poco conocidos Fountains of Wayne –autores de ese hit llamado “Stacy’s Mom”–, quien más adelante pudo mostrar el amor sin barreras que profesa por el power pop en una banda que reunió a integrantes de Hanson, Smashing Pumpkins y Cheap Trick: Tinted Windows.
Marvin Berry and the Starlighters – Back to the Future I & II
Los Starlighters de Marvin Berry son memorables por varias razones: el tema jazzístico híperbailable que era la banda sonora del baile donde los papás de Marty McFly sellarían su amor; el tema romántico inolvidable, “Earth Angel”; y, último pero no menos importante, el performance de Marty interpretando “Johnny B. Goode”. Una maravilla técnica, con esas cámaras montadas en grúas y volando por encima de toda la escena; el baile frenético de los adolescentes cincuenteros y, claro, Michael J. Fox, quizá el actor más carismático del orbe en ese lejano 1985. Un guiño buenísimo de esta escena es ver a Marvin Berry hablarle a su primo, un tal Chuck, diciéndole que ha encontrado al fin el sonido que estaba buscando.
Stillwater – Almost Famous
Cameron Crowe sabe de lo que habla cuando habla de música. El tipo cubrió a Led Zeppelin durante algún tiempo cuando apenas era un adolescente. Almost Famous es el recopilatorio de esas experiencias, y uno de los aspectos más logrados –de una cinta con una ambientación de por sí logradísima– es la banda alrededor de la cual se desarrolla el argumento: Stillwater. Mitad Led Zeppelin, mitad Deep Purple, Stillwater sí lograba –gracias a Billy Crudup y a Jason Lee, efectivos actores– transmitir esa sensación vibrante de las bandas de rock setentero. Ya no las hacen como antes.
The Weird Sisters – Harry Potter and the Goblet of Fire
Ver a Jarvis Cocker no es una mala noticia nunca. Y cuando lo acompañan Greenwod y Selway, de Radiohead, la cosa no sale mal. The Weird Sisters es la banda que ameniza el baile de la cinta del mago, pero lo verdaderamente importante es poder escuchar una composición original –no la mejor de Cocker, por supuesto– que los pone en un estilo que sigue bebiendo del britpop al que inevitablemente pertenecen (aunque Radiohead esté un poco desmarcado en ese sentido), pero que no es el mismo de ninguna de sus bandas originales. Un gusto para los aficionados al buen rock británico. ¿Qué banda ficticia de una película agregarías? Cuéntanos.
–