ALEJANDRA HERRERA • Rock-pop de referencias muy claras.
Al escuchar el segundo álbum de este trío de Brooklyn, podemos tener un déjà vu de la década pasada. Y es que es imposible ignorar que el estilo musical de esta agrupación es muy similar al de bandas consolidadas como Belle and Sebastian, Camera Obscura, The XX y Peter, Björn and John (escúchese el track 3) —e incluso (por momentos) a Sonic Youth.
Se trata de una fórmula de estética rock-pop (y en ocasiones dream pop) ya conocida: guitarras “indie”, una batería discreta cuyo sonido se traslada a lo enfático en momentos clave y una que otra intervención distinguida de sintetizadores.
Por ejemplo, en “Inauguration” contrasta la delicada voz de Amber Papini con un oscuro arpegio en el sintetizador. “Rockets and Jets” tiene un comienzo electropop que emociona hasta que se vuelve un poco monótona al convertirse en una pieza de rock pop puro; situación que cambia cuando las guitarras adoptan un tono etéreo, casi melancólico para finalmente dar paso al sonido sintético.
“Last Words” tiene un comienzo muy a la Junior Boys, para luego hacerse en una versión light de Fischerspooner, y es que los elementos de música electrónica son los que hacen a este tema más dinámico, a pesar de la serenidad en la voz de Papini, que es el leitmotiv de Hospitality.
Los no iniciados lo disfrutarán, pero quienes ya estén muy involucrados con estos géneros inevitablemente ubicarán tantos referentes e influencias.
Tracks destacados: “Inauguration”, “Rockets and Jets” y “Last Words”.
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