ALEX CASTRO
Muchos supimos de la existencia de Gato Feroz a principios de esta década, cuando salió su primer EP, con los temas “Gato feroz” y “Rugiendo” (ahora prácticamente inconseguibles en internet).
En este entonces el Gato, además de Feroz, parecía despreocupado.
Su fusión de pop rock con tintes de sicodelia y música electrónica me parecía bastante fresca en esos días. Y aunque no se durmieron en sus laureles, porque pronto sacaron otro mini álbum con canciones como “Vampiro”, que incluso sonó en alguna radio capitalina, la suerte no parecía estar totalmente de su lado.
La rotación de integrantes se tradujo en varias intermitencias, en un entorno en el que tampoco ayudaban los tiempos y presupuestos. Sí, la historia de tantas bandas de este lado del mundo.
De acuerdo con Artie (voz, guitarra y synths), fueron días de búsqueda existencial en los que se preguntaban sobre el mensaje y el sentido del proyecto.
Fue así como, después de darle suficientes vueltas al asunto, deciden darle a su trabajo un enfoque más consciente, con letras inspiradas en inquietudes existenciales e incertidumbres generacionales que les acompañaban desde hace tiempo.
Y de ahí lo de la Nueva Era, que como ellos dicen, tiene el fin de “llegar a la realización del Ser, el despertar de la consciencia y la elevación del pensamiento partiendo de una obra calibrada a nivel afinación, vibración, ritmo y mensaje”.
No puedo evitar preguntar si hay coincidencias con el new age. Artie, astutamente me dice que sí y no. “Hay similitudes, pero no es la intención que así sea”, enfatiza.
Así que el nuevo LP, dado a luz hace un par de meses, es una exploración del mundo interior y la influencia del mundo actual, visto desde esa perspectiva.
El Gato, aunque preocupado, sigue siendo Feroz
De la mano de Jheiva Sebs (RecnSound) y de Mike White (MW Studios), el trío formado por Artie, Ivan y Napoleon hace sonar todo como quería que sonara, es decir: fiestero, fresco y espacial.
Por ahora, el álbum –lanzado a tiempo con la primera década de vida de la banda– es solo digital, y si hay suerte verá su versión física en otro momento.
Porque aunque los ánimos estén renovados y la visión del felino más enfocada, no dejan de ser tiempos inciertos. Ellos lo saben, y por eso no descartan incluso mudarse de ciudad, si es necesario, como ya lo han hecho otras bandas regias.
Que sea lo que tenga que ser, mientras no dejen de hacer música nueva como esta.