ALEJANDRA HERRERA • Si buscas un disco de rock, ésta es la opción: la voz de Liam Gallagher transmite agresividad e intensidad; las percusiones, guitarras y bajo son un cliché… que al final suenan a eso: rock.
La mitad de este disco es acústico y de baladas en las que podemos escuchar solos de guitarras eléctricas. “Iz Rite” es una de ellas, de hecho, la manera en la que concluye este track nos puede llegar a recordar el final de “I Hope, I Think, I Know” de Be Here Now.
En el caso de “Soon Come Tomorrow” nos topamos con una pieza con elementos del country; en este tema escuchamos una voz más suave de Liam Gallagher y que cuando entra el sólo de guitarra eléctrica es inevitable no rememorar a Oasis (sí, de nuevo). Definitivamente a quien le quedan mejor los temas acústicos es a Noel Gallagher; es quien tiene verdadera maestría y experiencia en ello.
Por otro lado, “The World’s Not Set In Stone” es un tema que nos recuerda a Tame Impala (y, por lo tanto a alguna legendaria banda de los sesenta); quizá a ellos les hubiera quedado mejor.
Oasis fue el mejor homenaje contemporáneo a The Beatles, y claro, no voy a negar que también tuvieron sus momentos inéditos. En el caso de Beady Eye, tenemos al segundo mejor homenaje a Oasis (el primero es Noel Gallagher).
Así las cosas. Para quienes aún sentimos nostalgia por una de las bandas británicas más afamadas de los noventa, aún tenemos a los hermanos Gallagher con sus respectivos proyectos.
Tracks destacados: “Flick Of The Finger” y “Soon Come Tomorrow”. De la edición japonesa: “Off At The Next Exit” y “Back After The Break”.
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