LUIS RESÉNDIZ • Un disco con claro aliento country y folk, poquito jazz y menos pop.
Hay quien dice que Silver Linings Playbook es una película convencional. Y quien afirma también que es una cinta excepcional. Yo, que no la he visto, puedo decir que su soundtrack es de lo más agradable.
El disco arranca con el tema de Danny Elfmanque, a falta de otra palabra, me suena ya un poco genérico. Tengo un problema con las composiciones de Elfman y es que ya todas me suenan igual –excepción hecha de esos grandes temas que compuso tiempo ha. Una introducción no tan sorprendente a un disco que se recupera de ella.
Stevie Wonder hace lo suyo con un clásico: “My Cherie Amour”. Este tipo de recontextualizaciones están presentes varias veces a lo largo del soundtrack y son parte de sus virtudes: la capacidad de traer a una vieja canción y plantarla en medio de temas actuales. A Wonder lo sigue un diálogo que ni ayuda ni perjudica –supongo que tiene más sentido cuando se vio la cinta– y un temazo de los Alabama Shakes, “Always Alright”: The Dave Brubeck Quartet, Alt–J y Les Paul & Mary Ford colaboran con tres temas que están bien pero que tampoco son un sacón de onda; contrario a los Crabcorps, que con su versión de “Monster Mash” levantan al disco, que había caído en una pequeña racha de intrascendencia.
Ambrosia Parsley & Elegant Too tienen una memorable y conmovedora rola, “Goodnight Moon”; mientras que Eagles of Death Metal –esa banda que ya no sé si es de broma o es en serio– aporta “Now I’m a Fool”, bonito tema; Danny Elfman vuelve a participar con “Walking Home”, que apenas y recuerdo.
“Girl from the North Country”, de Dylan y Cash, hace su aparición ya casi al final del álbum. Rolón; pensemos que Jennifer Lawrence es nuestra chica del norte y todo estará bien: principalmente, nuestros corazones. Jessie Jirrumpe con “Silver Lining”, que es una rareza popera que, curiosamente, no está fuera de lugar.
Rare Earth tiene “Hey Big Brother”, temazo que continúa con la estupenda línea que no ha bajado un momento desde la mitad del disco, y The Dave Brubeck Quartet –la única banda que repite— se redime con “Maria”, justo al final del disco.
Con claro aliento country y folk, poquito jazz y menos pop, el soundtrack de Silver Linings Playbook es una agradable sorpresa. Relajadón, casual. Es como ver a Jennifer Lawrence tomando clases de baile y pensar que todo estará bien. Ahora sí: hay que ver la película. Ni hablar.
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