Pop twee de guitarras furiosas que sigue anclado a la vieja escuela.
ESTEBAN CISNEROS
Muchos conocimos a The Vaselines gracias a K. Cobain y qué bueno. “Jesus Doesn’t Want Me For A Sunbeam” fue pieza estelar del Unplugged de Nirvana en 1994 y los reyes del grunge grabaron otras dos versiones del grupo de Glasgow –“Molly’s Lips” y “Son Of A Sun”– que terminaron en Incesticide.
En 2011 The Vaselines vinieron a México acompañando a Belle and Sebastian y fue uno de los conciertos de mi vida. Buenas noticias: Frances McKee y Eugene Kelly han vuelto con apenas su tercer disco de estudio desde 1986. Y suena bien. Muy bien. La verdad, me encantó.
Es decir, suena a The Vaselines: un pop twee de guitarras furiosas que sigue anclado a la vieja escuela de The Pastels, Teenage Fanclub y BMX Bandits. El disco dura 33 minutos y se llama V for Vaselines. Más old school no se puede. El disco puede conseguirse en CD y en vinilo.
No van a dominar las listas. No van a liderar los conteos de “lo mejor del año” en diciembre. No van a ganar premios ni a ser soundtrack de los blockbusters de invierno. Pero tampoco es necesario. Hurra por los que siguen haciendo música porque no pueden vivir sin hacerla. Bien hecho, chicos. Em, abuelos.
C/S.
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[…] su núcleo emanaron los Vaselines, Teenage Fanclub y The Soup Dragons, además de una discografía envidiable con al menos un himno […]