SAM VALDÉS
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El clan Kinsella es de los más prolíficos en la música de culto. American Football, Owen, Owls, Cap’n Jazz, Joan of Arc… por donde uno quiera rascarle a las bandas que influenciaron a los que “están de moda” ahorita, siempre habrá alguien con el gen Kinsella en las bandas que empujaron a las nuevas propuestas a agarrar un instrumento y tocar lo que les viene en gana.
Nate Kinsella no se queda atrás. Después de estar en Joan of Ark y Owen, decidió sacar su propio proyecto, alejándose de los trazos emo, math y folk de sus parientes y dedicándose completamente a un estilo de art rock muy trabajado. Si el math rock ama las capas de guitarras y vocales, Birthmark toma el estilo para crear su muy particular forma de música, mezclando elementos clásicos como marimbas, violines y sintetizadores.
En 2007 lanza The Layer, seguido en 2010 por Shaking Hands, ambos discos donde Nate tocaba la mayoría de los instrumentos. Con Antibodies (2012), dejó un poco de lado lo de ser hombre orquesta, ofreciendo un disco muy personal, con temas como la depresión, la búsqueda de ser y el cuestionamiento de la vida en canciones tan directas como “Stuck” y “Big Man”.
Después de estar de gira en la reunión de American Football, Nate Kinsella retoma Birthmark, mudándose de Chicago a Nueva York. How You Look when You’re Falling Down es su nuevo disco y se torna un poco más movido, más adentrado en el género electrónico. Su primer sencillo, “Find yourself”, utiliza trompetas para darle un tono un poco más alivianado a las crudas letras que han sido y serán la firma de Birthmark.
How You Look… sale en Polyvinyl Records este viernes y si quieren una muestra de la yuxtaposición entre la depresión y el art rock, este disco es la selección correcta.
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