ESTEBAN CISNEROS
Nuevas canciones en el estilo de los viejos hits
El mundo es un puto desastre. Los feeds de noticias, las timelines de las redes sociales y las pláticas de café/pasillo/sobremesa/transporte-ida-y-vuelta al trabajo/escuela son lúgubres, pesimistas, de fatalismo y desazón. Todo está del carajo. Es cierto. No vas a ser tú el tonto bravo que lo va a negar. Yo menos.
Y porque el mundo es un puto desastre, un disco (digital por lo pronto) como Dana Countryman’s Girlville! tiene todo-que-ver. Porque es pura azúcar, buena onda y color. ¿Enajenante? Sí, precisamente. ¿De píldora azul? ¡Totalmente! Es melifluo, pegadizo, de chicle. Es música de la vieja escuela, hecha y derecha. Es maravilloso. Puro pop, pues (valga la aliteración).
Dana Countryman es un chiflado. Hijo preferido de Seattle, fue fundador de The Amazing Pink Things, el grupo cómico-musical de culto. Fanático loco de los sonidos y de la estética mid-century, de los Moogs y de Jean-Jacques Perrey; editó por muchos años un fanzine, Cool and Strange Music Magazine, en el que reseñaba sólo grupos oscuros, discos desquiciados y música que sólo cabía en su particular canon: pop clásico ninguneado por el rockismo y rarezas surtidas.
En los 90 conoció a Perrey y colaboró con él haciendo música de espías, discos de electrónica orate y sonidos de ciencia ficción barroca, si cabe el término. Después grabó una serie de discos titulados Pop! llenos de ganchos, guitarrazos y sacarina: power pop, bubblegum, pastiches de Motown, power ballads y soft rock.
Eso nos lleva a Dana Countryman’s Girlville!, un disco de 2017 que suena a radiofórmula de los primeros 60. De hecho, Countryman escribió el disco intentando hacerlo desde el punto de vista de una quinceañera en esa época. ¿Qué escucharía en la radio? Claro: The Crystals, Leslie Gore, The Cookies, The Ronettes, The Supremes. ¡Vaya época, el apogeo de los girl groups!
Por suerte, Girlville! va más allá de la pantomima del retro-pop. Con 19 canciones, es una clase magistral de composición a lo Brill Building y de grabación a lo Phil Spector. La música corre a cargo de Countryman con Frank M. Young y Frank Buttgereit (y con Dee Long de Klaatu como sesionista de lujo) y hay un montón de vocalistas invitadas: Lisa Mychols, Molly Felder, Kathy Hetterl, Tricia Countryman, Julie Johnson Sand, Andrea Perrey, Kelly Harland y Lisa Jenio.
Si usted, tonto bravo allá afuera, ha escuchado y amado God Help The Girl, de Stuart Murdoch o el brillantísimo proyecto Gigi, de Nicholas Krgovich, amará Girlville!
Y si no, TAMBIÉN, porque es de verdad un disco fresco, luminoso, vivaz y hasta ingenuo. Todo lo que era el pop antes y que, sí, perdió en el camino (ganó muchas otras cosas, no puede negarse). Y todo lo que el mundo hoy (¿y tal vez ayer y mañana?) no es. Es una gran evasión, un maldito oasis entre el fatalismo y la desazón. Porque si existe algo como Girlville! no todo puede estar del carajo, ¿o sí?
Dana Countryman tiene su (muy peculiar) sitio web en danacountryman.com.
C/S.