LIDIA LEIVA • Electrónica con toques de elegancia y sensualidad.
FOTO: TRISTAN VOSTRY / FACEBOOK
En 2003, una chica llamada Maria Antonia Schmidt comenzó un proyecto de electro-minimal llamado ZWEIEKKENKREIS, junto con su mejor amiga Juli Holz. Con el tiempo, esta propuesta de la ciudad de Erfurt que sale de la vertiente tradicional de la música alemana hasta ahora recomendada en esta sección, derivó en lo que hoy es Chapeau Claque.
Un combinado de electrónica, pop y en ocasiones algunos toques de chanson que le dan un aire vintage. Una simbiosis que consigue melodías capaces de sacarnos a la pista de baile pero también de introducirnos en atmósferas de réquiem.
La banda comenzó a llamar la atención desde sus primeras actuaciones junto con bandas locales como Northern Life, pero también con la salida de su primer EP, lanzado en el año 2006. Al año siguiente se unieron Jörg Wahner (batería), Peer Kleinschmidt (teclas) y Timo Klöckner (guitarra /acordeón). Ese mismo año lanzan el sencillo “Reykavik”, que cuenta con varios remixes importantes.
A través de la voz femenina de Schmidt y de su sensualidad implícita, tengo la sensación de encontrarme con una de esas bandas que enfrascan en sí mismas el arte de la seducción y la fragilidad. La elegancia está presente a lo largo de su música y los ritmos están marcados por instrumentos como el acordeón y la percusión que enriquecen su sonido.
Son ya varias versiones de “Alles ist Alles”, primer sencillo de su último LP Eins Zwei Dinge (2013), pero para mi gusto la original es la más acertada entre todas las que han visto la luz.
Conforme avanza la grabación, hay canciones que patinan hacia la pesadez, como “Zurück” o “Zusammen Kreis”, y otras que lo intentan evitar como el primer y segundo corte. Escúchalos y cuéntanos si cumplen con tus expectativas.
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