Un documental que cuenta una historia magnífica, una que todos quisiéramos descubrir.
ARTURO URIZA
De la nada, los libros de historia musical, específicamente los del punk y el rock, tuvieron que añadir un capítulo más para que una banda relegada entrara a sus páginas: Death.
Esta banda de proto punk (que no tiene que ver con la de metal del mismo nombre) surge de Detroit, años antes de Ramones, Sex Pistols y demás figuras de la primera ola del punk. Particularidades, además del sonido en dicha época, es que la banda estaba conformada por tres hermanos afroamericanos, que siendo de Detroit no tocaban soul ni funk, y que estaban interesados en la conceptualidad espiritual, lo cual era bastante raro, pero les funcionaba.
Aunque cercanos en sonido a bandas como MC5, Death poseía tesituras y construcciones bastante adelantadas para su época (principios de los setenta), tiempos en los que se vieron influenciados por bandas heavy y por actos como el de Alice Cooper, referencias que al ser emuladas adquirieron más fuerza y rapidez.
A Band Called Death
El año pasado se estrenó un documental independiente de Jeff Howlett y Mark Covino, titulado A Band Called Death, que cuenta la travesía de la banda, desde la génesis del nombre –referente al fallecimiento del padre de la familia–, y el cómo ese poderoso concepto de la muerte los alejó del éxito en numerosas ocasiones, decantando en una carrera frustrada por parte de los tres hermanos Hackney; dos de ellos, al separarse (en 1977) optaron por armar una banda de reggae, mientras que el mayor, y responsable del nombre y concepto de la banda, David Hackney, víctima del alcoholismo, abandonó las intenciones artísticas, lo cual se relata de manera bastante oscura y profunda, dadas las narraciones, donde el valor de la familia es una constante.
Después de toda la tristeza que rodea este documento, existe una parte emocional y reivindicadora, de cuando Death sale de nuevo a la luz en 2009, luego de que el sello Drag City recopilara varios demos perdidos de la banda y los editara en el disco Spiritual • Mental • Physical (2011).
A Band Called Death es en verdad una historia que vale la pena conocer. El documental incluye entrevistas con diversos personajes conocedores de la escena punk y rockera en general, desde el ajonjolí de todos los moles, Henry Rollins, hasta el buen Elijah Wood.
Antes de ver el documental, les recomendamos que escuchen el disco mencionado de Drag City, así como el LP …For The Whole World To See, que fue el único que la banda grabó en su momento.
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